Mérida parece haber sido la principal aljama o barrio judío de esta región, en donde hubo gran número de habitantes hebreos desde tiempo inmemorial. Efectivamente, en la actual capital de Extremadura, la antigua Augusta Emérita, se ha encontrado una inscripción latina del siglo II en la que se lee el nombre de Iustinus de la Flavia Neapolis, la Siquem de la Biblia, que ha sido fundamentalmente catalogado como judío. Otra lápida hallada en esa misma ciudad revela la existencia de judíos en el siglo VI o VII, y luego hay evidencia de que había judíos en esa ciudad y, posiblemente, en muchos otros lugares de la región. Pero después que se destruyeron los muros de la ciudad, el grueso de la población y, entre ellos, los judíos, se trasladaron a la vecina Badajoz.
Consta que hubo judíos en la actual capital extremeña hasta la expulsión de 1492. En el siglo XIII Extremadura cayó en manos de los cristianos, y en los Fueros de Coria (hacia 1210) y de Cáceres (1229), ambos firmados por Alfonso IX de León, se prestaba especial atención a los judíos.
Se sabe que los judíos extremeños se concentraron en las ciudades, y que estaban al amparo de los grandes señores y de las órdenes militares de Santiago y Alcántara, que se crearon para defender del dominio moro esos territorios reconquistados.
En un registro de Sancho IV de 1283 se habla de las juderías de Cáceres, Coria, Alcántara,Valencia deAlcántara, Badajoz, Mérida y Jerez de Badajoz, hoy llamada Jerez de los Caballeros. En el padrón de Huete de 1290 se agregan las localidades de Plasencia, Trujillo y Medellín.[...]
Fonte: Yad be Yad Via Por Terras de Sefarad. Ler texto integral em Castelhano AQUI